Tras su extensa y exitosa gira por España, llega a Madrid esta versión escrita por Eduardo Galán y dirigida por Antonio C. Guijosa. La llevan a escena Anabel Alonso, Claudia Taboada, José Saiz, Víctor Sainz, Beatriz Grimaldos y David Huertas.

ANABEL ALONSO

-¿Cómo ves tú al personaje de La Celestina?

Yo la veo como la primera de las pícaras. Es una superviviente que sale adelante día a día y para ello desempeña 30 oficios. Es una mujer vital. Su lema es el “carpe diem”. Está muy orgullosa de su trabajo e intenta hacerlo lo mejor posible. Además de ser una gran actriz, ya que, según a quién tenga delante, se comporta de una u otra manera.

-¿Consideras que la Celestina de esta versión es más humana, menos malvada?

Sí. Esta Celestina es la que está en el texto original, aunque esta versión tiene más colores, más matices.

-Según Eduardo Galán, “Las ideas centrales de la obra son el “Carpe diem”, la brevedad de la vida, la pasión y la necesidad de disfrutar de la juventud”. ¿De qué otros temas nos hablan esta función?

Habla de que es imposible escapar de tu destino en aquella época. Habla de la vida, aparte del deseo y del disfrute. También habla de la avaricia y de la ambición que juegan un papel importante y de que no solo hay que disfrutar de la juventud, también de la vida en sí, porque “nadie hay tan viejo que no pueda vivir un año más, ni tan mozo que no pueda morirse hoy mismo”.

-En la presentación de la obra se comenta que “El Director Antonio C. Guijosa nos ofrece una visión meditada y madura del clásico”, ¿estás de acuerdo?

Sí, a partes iguales.

 

-En “La Celestina” Calisto, un joven noble apuesto e ingenioso, entra, persiguiendo a un halcón, en la huerta donde se halla a Melibea, de quien queda profundamente enamorado. Ante el rechazo de ésta y aconsejado por su criado Sempronio, decide encomendar su cuidado a Celestina, para lograr por medio de ella el amor de Melibea. La alcahueta consigue mediante artimañas que Melibea se enamore de Calisto pero… ¿Cómo son los personajes de Melibea y de Calisto en esta obra?

Siempre se tiene la imagen de que Calixto y Melibea son como Romeo y Julieta y nada más lejos. A ellos nadie les prohíbe el amor, lo que quieren es disfrutar de sus cuerpos. Y nada más. No tienen intención de casarse ni de compartir la vida, ni se habla de amor eterno en ningún momento. Calixto es un joven impetuoso a quien le mueve el deseo y Melibea una joven que, aunque al principio le rechaza por las imposiciones de la sociedad, después se quita ese lastre y decide por si misma que quiere disfrutar de la vida, toma las riendas de su vida.

-Una de las escenas preferidas de tu personaje tiene lugar cuando…

En el primer encuentro con Melibea.

-Eduardo Galán ha escrito una versión que mantiene la esencia de la tragicomedia original, mostrando unos personajes auténticos y un retrato de los problemas del momento, pero también trasladando esta esencia al público actual. Pero, según tu opinión, ¿Por qué es diferente esta adaptación?

Ha hecho una versión en la que el lenguaje que utilizamos, aunque tiene los aromas del castellano antiguo, es fácilmente comprensible por el público actual. Evidentemente ha tenido que condensar toda la obra en una función que dura 1h y 40 minutos, con lo que están reflejados los momentos más importantes. Y también le da mayor protagonismo a La Celestina que el que tiene en la obra original y resalta los toques de humor que hay en esta tragicomedia.

-Termina esta frase: “El Teatro le aporta a mi vida…”

El contacto con la realidad, con el público y un modo de trabajar que te permite ir descubriendo, aprendiendo y mejorando el personaje hasta la última función.

-¿Qué destacarías de la escenografía y del vestuario de esta obra?

La escenografía de Mónica Teijeiro le da un toque de modernidad ya que se utiliza hierro y metal, que se asemejan a las jaulas en las que están los personajes. Además, es muy versátil ya que permite hacer los cambios de escena rápidamente y cambiar el espacio porque cada escena sucede en un lugar distinto. Y no es de esas escenografías invasivas, ya que te deja respirar y transitar.

En cuanto al vestuario, si que es más fiel a la época. Los colores se cuidan mucho para darle a cada personaje su carácter. Por ejemplo, La Celestina viste con colores rojos y granates que simbolizan la sangre, la vida, la pasión; Melibea viste colores más angelicales y puros como el azul y el beige claro y los criados y las prostitutas visten en tonos tierra/marrones que representan mucho el carácter de esos personajes. El único que va más atemporal es Pleberio.

Es una producción de Secuencia 3, Pentación, Saga Producciones y Teatre Romea. De gira.