Daniel Ibáñez da vida a Miguel Hernández en esta obra que recrea la vida y la obra del poeta, utilizando la música de Joan Manuel Serrat como motor de la historia. Una producción de Okapi Producciones Teatrales, dirigida por Gabriel Fuentes y con la dirección musical de Daniel Molina.
-Preséntanos a Miguel Hernández, tu personaje. ¿Cómo lo describirías tú?
Como una fuerza la naturaleza que el mismo describe. Directamente Miguel Hernández no tiene sentido. ¡Cómo va una persona de sus escasas posibilidades a correr un sprint artístico como lo hizo él, y todo ello caminando entre sus compañeros muertos durante las múltiples batallas…! Es inaudito. Hasta estudió inglés en esas cárceles. Es admirable.
-“Para la libertad” ha sido definido como “teatro musicado”. ¿Cómo se desarrolla la historia en escena?, ¿Cómo se mezclan las canciones y la música con la trama?
Hemos tratado de que determinados episodios biográficos se unan a través de las canciones y que en ese proceso las propias canciones cobraran otro significado. No es un musical tradicional. Daniel Molina se ha encargado con mucha finura de adaptar la sonoridad de las canciones de Serrat para traerlas a una comprensión actual.
-Te acompañan sobre el escenario Eva Rubio y Pablo Sevilla, que darán vida a algunos personajes que se irán cruzando en la vida de Miguel Hernández…
Josefina Manresa (uno de los personajes que interpreta Eva Rubio) fue pareja y gran amor de Miguel, y es necesario para entender la historia de amor entre ambos, los grandes sacrificios que tuvieron que hacer el uno por el otro en pos del legado que se nombra en la obra.
Pablo Sevilla interpreta, entre otros, a Pablo Neruda que tanto ayudó a Miguel y que, sobre todo, le inspiró y animó a seguir desarrollando su talento cuando nadie confiaba en él.
-¿De qué partes de la vida de Miguel Hernández nos habláis en el escenario?
Hay dos tramas: una es la del presente en la cárcel y otra que cuenta episodios pasados fundamentales para entender la vida del poeta (primer amor, amistad, sexualidad). Gabriel Fuentes ha propuesto de manera, para mí, muy acertada un dinamismo que no cae en la pesadumbre de una historia que ya de por sí es terrible, queríamos luz en el montaje.
-El título de la función es “Para la libertad”. ¿Qué significa para ti la palabra “Libertad”?
Es una palabra muy “manoseada” por desgracia pero supongo que tiene que ver con poder decidir de una manera crítica y propia sobre tu vida.
-Según Gabriel Fuentes, el director, “es un canto a la belleza de las palabras, a la música capaz de arañarnos el corazón, a la amistad y a la vida, encarnadas en la figura de un poeta maldito que le cantó al amor y a la justicia social como nadie ha vuelto a hacerlo…”, ¿Estás de acuerdo?
Absolutamente.
-Algunas de las canciones de Joan Manuel Serrat han sido versionadas, dándoles otro toque, ¿Cómo ha reaccionado Serrat al respecto?
Serrat ha demostrado una vez más que es un maestro. Nos ha dado libertad creativa y una tranquilidad que han ayudado mucho. Me dijo: “Haced con mi música lo que yo hice con la poesía de Miguel…”. Extrajimos lo que nos interesaba para transformarlo en algo distinto.
-¿Qué lección les podría dar este poeta a los jóvenes de la actualidad?
Que cuando luchas por algo y piensas que al final no valdrá la pena, sí que vale. El legado que puedes dejar es intangible y eterno. Y que puedes convertirte en referente por la sola capacidad de sacrificio.
-¿Qué destacarías de la puesta en escena (escenografía, video escena, iluminación)?
Hemos tenido la suerte de contar con un equipo inmejorable en cada uno de sus ámbitos (Isi Ponce, Juanjo Llorens, Gaston Horischnkik y Enrique Rincón). Okapi ha apostado fuerte y les estaré siempre agradecido. Se ha dado la suerte de que hemos congeniado y se ha creado un espacio confortable para la creación. Teatro Infanta Isabel.