El Teatro Español presenta su segunda gran producción de la temporada teatral de la popular obra de Buero Vallejo en una versión dirigida por Helena Pimenta. Con ella hablamos.
-La trama se articula en torno a tres momentos de la vida española de la primera mitad del siglo XX presentando en el espacio de “la modesta escalera los pequeños acontecimientos que suceden a tres generaciones de varias familias…» ¿Cómo son los personajes que la protagonizan?
De entre los muchos que habitan la obra citaré a Paca, madre y, más tarde abuela, que recorre toda la pieza señalándose como el personaje más vital y positivo. Ella es un ser consciente de su destino y pone el vivir por encima de todo porque es lo único que posee. La escalera es el espacio de su existencia. Señalaré también los jóvenes Carmina, Elvira, Fernando y Urbano, que aspiran a ser felices a pesar del medio tan adverso en el que viven, sueñan con el amor, con un futuro mejor y sufren las consecuencias de sus equivocadas elecciones. La historia de amor de Fernando y Carmina es el eje estructural del drama cuya evolución prefiero no contar. Fernando y Urbano son amigos, pero rivales en el amor y en las ideas. El idealismo de Fernando está manchado de inautenticidad y Urbano, sin embargo, sueña con una sociedad mejor y solidaria, aunque el entorno y su propio carácter inseguro se lo ponen muy difícil. Elvira, según dicen todos los vecinos, es una niña mimada que compra afectos con el dinero de su padre. Estos jóvenes serán más tarde padres y serán sus hijos quienes tengan la oportunidad de superar o no algunos de sus errores. Y así hasta 17 personajes que conforman que conforman el paisaje humano de esta escalera de vecinos y cuya voz coral nos ofrece emociones, sentimientos y puntos de vista diversos sobre una era de dolor.
En el escenario un elenco de lujo formado por Gloria Muñoz (Paca), Marta Poveda (Carmina), David Luque (Fernando), José Luis Alcobendas (Pepe), Gabriela Flores (Elvira), Mariano Llorente (Don Manuel), Juana Cordero (Generosa), Agus Ruiz (Urbano), Carmen del Valle (Rosa), Concha Delgado (Trini), Luisa Martínez Pazos (Doña Asunción), Javier Lago (Señor Juan), David Bueno (Cobrador de la Luz y Señor bien vestido), Alejandro Siguënza (Joven bien vestido), Andrea M. Santos (Carmina, hija), Juan Carlos Mesonero (Fernando, hijo) y Darío Ibarra/Eneko Haren/Nicolás Camacho como Manolín.
-¿Qué diferencia a esta versión de la obra que nos vais a presentar?
El texto original del autor no se ha tocado. Nuestro trabajo consiste en contarlo desde la escena y ahí siempre será diferente una función que otra porque, de entre los miles de potencialidades que tiene, nosotros elegimos unas, aquellas que nacen de la suma de experiencias y universos de cada uno de los componentes del equipo. Hemos seguido a Buero, hemos escuchado su obra a fondo y ella nos ha guiado. Espero que hayamos sabido expresar la vida y humanidad que contiene.
-Comentas en la presentación de esta obra que “Los moradores de esta casa de vecindad, a través de acciones cotidianas de paso, van a dejarnos conocer sus sueños, sus frustraciones, sus tristezas, en una época y en un medio en que todo falta…” Según tu opinión, ¿cuáles son los principales temas que se abordan en esta función?
Buero nos presenta una visión realista de la vida española de la primera mitad del siglo XX a través de una imagen amarga de sufrimiento humano. Así la frustración y el fracaso ocupan el primer término, el fracaso de unas vidas determinadas socialmente por la pobreza, por la imposibilidad del cambio. Esa frustración individual y colectiva se ve agrandada por los errores de los propios personajes tales como la falta de voluntad o la insinceridad. El idealismo entra en conflicto con la realidad, el amor con el interés, la verdad con la mentira, los padres con sus hijos, la libertad con el miedo, la palabra con el silencio y, sin embargo, al final del todo la esperanza, que nace de la búsqueda de la verdad y de la contemplación de las torpezas humanas.
-¿Por qué es este texto imprescindible para cualquier actor/actriz?
Creo que es imprescindible conocer este texto a fondo desde todos los lenguajes y profesiones del teatro.
-¿Cuáles son los motivos principales por los que es actual esta historia?
Es parte de la historia social y política de nuestro país y nos desvela claves de nuestro pasado. Cuando una obra está tan bien escrita es capaz de encontrar resonancias en el presente a pesar del paso de los años. Si bien no es comparable la situación de bienestar en la que nosotros vivimos con ese periodo tan doloroso que relata la obra, nos remite a muchas de las dificultades de la vida social actual y a temas universales como son la responsabilidad del ser humano sobre sus acciones, la necesidad de un pacto social que corrija injusticias, la mirada generosa sobre los demás…
-También comentas en la presentación de esta función que “La dialéctica entre la libertad del ser humano y la fatalidad del destino que Buero identifica con “el absurdo o la imperfección de la estructura social” ocupa toda la pieza”, ¿qué añadirías al respecto?
Sí, ese es el pensamiento del autor. Pareciera que quiere alertarnos de la necesidad de luchar siempre, aunque el medio sea muy adverso. En palabras de Beethoven a quién Buero también cita: “Si quieres un milagro, hazlo tú”.
-¿Cómo son la escenografía, la iluminación y el vestuario?
El dispositivo escénico presenta los dos últimos rellanos de una escalera de vecinos humilde, para nosotros suspendida en el espacio y en el tiempo. Ese lugar de paso es presidido por puertas de hogares que no conocemos y por escaleras que llevan a la calle que tampoco podremos ver. Los personajes están vestidos de las diferentes épocas que señala la obra, de forma humilde en su mayoría y con colores que junto al espacio generan la extrañeza de ese no lugar en el que ocurren los hechos y los sueños
-¿Por qué no debería el público perderse esta pieza?
Creo que hemos formado un gran equipo: autor, elenco, creativos, la producción del Teatro Español y la programación de la que formamos parte. Está llena de teatralidad, de humanidad y espero que de belleza y profundidad. Esa ha sido la intención. Fotografías de Javier Naval. Desde el 24 de Enero. Teatro Español.