Javier Gutiérrez, Pepa Pedroche, Luis Bermejo, Jacobo Dicenta, Fernando Huesca, Yune Nogueiras, Marta Gómez, José Fernández y Raquel Varela protagonizan esta gran producción que es la primera versión escénica de la novela de Miguel Delibes. Hablamos con Javier Gutiérrez.
-Según Fernando Marías, responsable de la adaptación de la novela de Delibes (junto a Javier Hernández-Simón) “Nuestra propuesta reinterpreta a los personajes desde la mirada de hoy. Paco, el bajo, con su resignación férrea, es acaso el personaje que más nos concierne. Es la pregunta y cada uno de nosotros es la respuesta…”
Sí porque Paco, el bajo es el que representa quizás “La esperanza” del cambio. La función comienza con él hablando de lo importante que son el instruirse y la educación. Habla de las ganas y del interés que tiene ese matrimonio que forman Paco y Régula en que sus hijos sí puedan tener acceso a la educación y a tener una vida más digna.
También representa la resignación que tenemos todavía en nuestra sociedad porque me asombra que Delibes ambientó este texto en el 67 pero su reivindicación esencial permanece. La sociedad española actual está más instruida en general pero sigue siendo un poco eso. No sé si se debe a las crisis o por un efecto postpandémico pero creo que seguimos viviendo en una sociedad egoísta, resignada y poco dada a ser empática. La pregunta es ¿qué nos está pasando para estar sometidos, como Paco, a señoritos Ivanes?. Ahora el señorito Iván es como unos entes: la hipoteca, las grandes corporaciones…” Parece que, como Paco, seguimos diciendo muchas veces: “¡A mandar, que para eso estamos!”.
-Ésta es la primera versión teatral de la novela de Delibes. Permanece la esencia del texto del autor pero, ¿qué cambia vuestra versión?
Respeta el espíritu y la intención del texto. El lenguaje de Delibes es maravilloso. Hay algunos parlamentos que nos ha costado mucho aprender. Es exquisito. Delibes le daba mucha importancia a las palabras. Los adaptadores se han permitido alguna licencia. Hay algunas frases que forman parte de la ficción, de esta adaptación.
“La sociedad española actual está más instruida en general que la de nuestra obra pero creo que seguimos viviendo en una sociedad egoísta, resignada y poco dada a ser empática. La pregunta es ¿qué nos está pasando para estar sometidos, como Paco, a “señoritos Ivanes”?”
-Según Javier Hernández-Simón, el personaje de Azarías (Luis Bermejo) percibe el mundo sin disfraces porque es capaz, en su inocencia, de ver el mundo tal cual es. ¿Qué relación tiene Paco, tu personaje, con él?
En nuestro espectáculo Azarías no le cae bien a Paco y carga contra su cuñado. Dice “soportarle una noche o dos vale pero quedarse a vivir aquí, hacinados, con la niña chica y los otros dos hijos en un espacio con dos habitáculos nada más, sin privacidad…”. Pero también Paco admira la relación tan salvaje que tiene con la Naturaleza. Y su libertad se le escapa. Creo que él también ansía y envidia esa libertad.
-La necesidad de libertad y el ansiarla es uno de los temas principales de esta obra. El plantear si, verdaderamente, ¿somos libres?…
Se está hablando actualmente mucho de este tema. El problema es la poca libertad de movimiento que nos imponemos nosotros mismos. Imperan la corrección política y la autocensura como para que no nos señalen. Había una mayor libertad a la hora de expresarse y de actuar antes.
-Para llevar a escena un montaje con este gran equipo de profesionales, ¿es necesaria la autoproducción?
Llevo 15 años coproduciendo Teatro y eligiendo los personajes con mimo y a los actores con los que quiero compartir escenario. Es un trabajo con el que vas a formar casi “una familia”. Con ellos voy a pasar mucho más tiempo casi que con mi familia real. Y un espectáculo de esta envergadura con dinero privado es una rara avis.
-Muchos de tus compañeros comentan que “Los mejores personajes están en el Teatro”, ¿estás de acuerdo?
Sí. Sin duda. No hay nada comparable. A mí me gustaría mucho interpretar a Ricardo III. Me han ofrecido algo parecido en esa línea que quizás salga adelante. Y tengo una idea para otra producción gigantesca que también puede que llevemos adelante.
-¿Por qué deben ir los jóvenes a veros?
Yo soy de los que confía en la juventud actual aunque hay una parte de la sociedad que la demoniza. Han sobrevivido o lo intentan a dos crisis, a una pandemia. No lo tienen nada fácil.
Creo que deberían ir a vernos porque es historia viva de nuestro país. Porque habla de la esperanza, del hambre y las ganas de sobrevivir. Y siempre es bueno estar pegado a la cultura. Hay que dejar de lado el móvil y no perder el tiempo. Luchar contra las redes. También habría que ayudarles a que fueran más a los Teatros con una política de bajada de precios y con más programaciones que sean interesantes para ellos.
La escenografía de “Los santos inocentes” es una creación de Ricardo Sánchez Cuerda, la Iluminación es de Juan Gómez Cornejo e Ion Aníbal, el Vestuario de Elda Noriega y la música original y el espacio sonoro de Álvaro Renedo. Fotografías de MarcosGPunto. Del 11 de mayo al 11 de junio. Naves del Español.