Laila Ripoll asumirá la dirección de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) desde el próximo mes de Enero de 2025.

La propuesta de Laila Ripoll busca, desde un profundo compromiso con los clásicos y con la gestión pública, consolidar a la CNTC como piedra angular en la producción, difusión y divulgación del Siglo de Oro, ampliando la influencia que ha generado en el tejido artístico español durante sus casi 40 años de historia, para que continúe siendo “no solo un gran referente del teatro áureo, sino un centro cultural y artístico de primera magnitud”.

Con la excelencia como guía, entre las claves del proyecto se encuentran convertir al Clásico en una institución de referencia no solo en lo artístico, sino también en la gestión, fortaleciendo la identidad de este centro de producción del INAEM como espacio público, facilitando el diálogo interno y los espacios de escucha, y con el rigor y la transparencia como principios rectores. Asimismo, Ripoll apuesta por un liderazgo guiado por una gestión de equipo compartida. La nueva responsable de la Compañía limitará sus posibles direcciones de escena a un máximo de una producción por temporada, una responsabilidad que no asumirá antes de 2026.

Entre los ejes definitorios de su propuesta, se encuentran la contemporaneidad, que promueve una lectura actual de los textos clásicos; la paridad, para defender la igualdad efectiva entre creadores y creadoras, con especial atención al papel de las dramaturgas y adaptadoras; la inclusión, para asegurar la accesibilidad tanto de público como de creadores con diversidad funcional; la descentralización, que busca trabajar en la presencia de la Compañía en todo el territorio del Estado; y la internacionalización, con el fomento del patrimonio áureo español para su presencia regular en los principales festivales del mundo.

En cuanto a la programación, Ripoll impulsará entre dos y tres producciones propias por temporada (una de ellas vinculada a la Joven CNTC) y apuesta por incluir al menos un título inédito en el repertorio de la Compañía. También llevará a cabo coproducciones y colaboraciones y aspira a exhibir el trabajo de compañías invitadas de reconocido prestigio, tanto nacionales como extranjeras.

Su proyecto defiende que el repertorio esté abierto a todo tipo de lenguajes escénicos en relación con el patrimonio áureo, desde la danza al teatro musical, e impulsará la presencia continuada de teatro para la infancia.

Entre las propuestas contempladas en su candidatura, Ripoll incluye asimismo el desarrollo de una bolsa de actores especializada, formada por intérpretes que hayan pasado por la CNTC y que dominen las técnicas del repertorio, y apuesta por la realización periódica de audiciones. Asimismo, en 2025 se convocará también un proceso de selección abierto para conformar la séptima promoción de la Joven CNTC.

Su designación por un período de cinco años, prorrogable por un máximo de otros tres, ha sido anunciada por la dirección general Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), organismo autónomo del Ministerio de Cultura, tras un proceso de selección que ha atendido a los principios de igualdad, mérito y capacidad, así como a los de publicidad y concurrencia. Su proyecto se ha impuesto de forma unánime en las diferentes fases del proceso entre las 19 propuestas presentadas, que se han sometido en su totalidad a la valoración del Consejo Artístico del Teatro del INAEM, según lo dispuesto en el Real Decreto 497/2010, de 30 de abril, por el que se regulan los órganos de participación y asesoramiento de este organismo, y los artículos 7 y 8 del Estatuto de la CNTC.