Hablamos con Mar Abascal que protagoniza, junto a Amparo Larrañaga, Iñaki Miramón y Juli Fábregas, «Laponia», una función llena de buen humor que ha sido dirigida por Tamzin Townsend.
-¿Cómo es Nuria, tu personaje en esta función?
Es una directiva ambiciosa, un poquito egoísta, que intenta quedar bien con su familia y su pareja y eso a veces no es fácil.
-Mónica, Ramón y su hijo de cinco años, Martín, han viajado a Finlandia para pasar las fiestas de Navidad con la hermana de Mónica, Nuria, su compañero finés y la hija de los dos, Aina, de cuatro años. Martín está ilusionado porque en Finlandia podrá ver al Papá Noel de verdad. La velada entre las dos familias se presenta idílica en una casita en medio de abetos nevados, un hogar de fuego, trineos en la puerta. Pero todo se estropea… ¿Qué más nos puedes contar?
Que lo que para una persona puede ser una tontería para otra es algo importante. Que hay que ponerse en el lugar del otro para entenderlo y que hace falta más empatía y, sobre todo, hace falta menos crispación en esta sociedad y menos fanatismos a la hora de defender posturas. Más escucha y menos gritos.
-¿Qué tipo de relación mantiene Nuria con su pareja?
Nuria lleva el peso económico de la familia. Olavy se encarga de las tareas domésticas y aunque aparentemente su matrimonio es un agua en calma, por debajo nada alguna piraña que otra.
-“Laponia» nos habla de las mentiras, ¿De cuáles?
Se habla de mentiras de todo tipo. Mentiras con los niños, a los que hoy en día se arrebata de forma cruel su infancia y se les exhibe impunemente en redes a cambio de likes. Mentiras entre parejas, mentiras entre hermanos.
-¿Esta obra tiene humor para todos los gustos?
Hacer humor sobre el escenario es un doctorado en interpretación. La comedia es muy exigente. El humor es salud, es amor. Y en esta obra hay mucho humor que es la forma más generosa de hacer feliz al público.
-En la presentación de esta obra se comenta que “El texto contrapone la manera de pensar, de actuar y de educar a los hijos de dos hermanas que tienen parejas completamente distintas y que viven en países completamente distintos. Es sorprendente cómo en una sola noche cada uno puede cambiar su perspectiva y la del otro hasta tal extremo…”, ¿qué añadirías?
Es que es muy fácil cambiar de opinión cuando escuchas con las orejas, el corazón y el cerebro, que para eso los tenemos. Se trata de algo tan anticuado y tan en desuso como el respeto. Ésa es la clave.
-¿Qué tipo de evolución tienen los personajes en “Laponia”?
Mónica (Amparo Larrañaga) y Olavi (Juli Fábregas) no paran de enfrentarse y Ramón (Iñaki Miramón) y yo somos los que tratamos de poner paz y calmar el ambiente hasta que nosotros dos también “sacamos la lengua a pasear”. Lo importante es que todo acaba bien, como deberían acabar siempre las cosas.
Tengo una suerte inmensa con los compañeros que tengo. Somos un bonito equipo.
-¿Con qué dos frases del personaje de Nuria te quedarías?
-“De pequeños todos creemos en la magia. Después creces y ves que no eran más que trucos”.
-“Cuando la nieve se funde, descubres toda la mierda que hay debajo”.
-¿Qué le aporta el Teatro a la vida de las personas?
Salud, relax. Es un paréntesis en el que te sientas y te dejas llevar. Con la entrada no se vende un espectáculo, se vende la tranquilidad de olvidar los problemas, los dolores o las penas durante un rato y reír, que es el verbo más bonito que existe.
La gente sale más guapa después de ver una comedia. Es muy fácil comprobarlo. Hay gente que nos espera a la salida y nos dicen cosas tan bonitas como ésta: “mi médico me ha recomendado que venga al teatro”. “¡ Gracias por las risas!”.
Me gustaría dar las gracias a todo el público que asiste al teatro cada día. Muchas, muchas GRACIAS. Teatro Maravillas.