Pepón Nieto, Fernando Soto, Rulo Pardo, Santiago Molero, Avelino Piedad y Esteban Garrido derrochan todo su extraordinario bagaje profesional en esta divertidísima versión de la comedia de Shakespeare. Una función dirigida por Andrés Lima.
-Antífolo y Dromio de Siracusa, amo y criado, llegan a la ciudad de Éfeso, buscando a sus respectivos hermanos gemelos. El padre de ambas parejas de palíndromos también llega a la ciudad, siendo detenido por extranjero sin papeles nada más pisar puerto, y es condenado a muerte. Sólo encontrando a sus hijos podrá salvarse… ¿qué más le podemos contar al público sobre la historia de esta función?
Creo que no debemos contar mucho más. El público debe ir al teatro con ganas de divertirse y meterse en este enredo que cada vez se enrevesa más. Es un vodevil de puertas sin puertas.
-En esta obra hay muchos líos con los personajes y mucho desdoblamiento en vuestras interpretaciones pero… ¿Cómo describirías tú a los dos hermanos amos y a los dos hermanos criados?
Aunque son idénticos y se supone que son dos gotas de agua (de ahí las confusiones y los enredos), son muy diferentes entre sí. Sus caracteres son distintos. Antífolo de Siracusa es un tipo romántico, sufriente, enamoradizo y Antífolo de Éfeso es guerrillero, macarra, tiene amantes, va de putas, no trata bien a su mujer… Por ende, los criados son iguales. El criado de Siracusa es tratado por su amo como un hermano, conversan, charlan, hay amor y confianza. Sin embargo, el criado de Éfeso es maltratado, se lleva todos los palos de la función. Uno es tratado como un criado y el otro como un esclavo.
-Según Andrés Lima, esta función nos habla de que “La verdad y lo correcto le deben su existencia a lo falso y al error, pues no tendría sentido enunciarlas como tales si no existiese la posibilidad de su contrario. Lo auténtico y lo correcto son siempre tan planos, tan… tan aburridos, ¿estás de acuerdo?, ¿Por qué?
Sí, estoy de acuerdo porque creo que los errores y lo fortuito son la sal de la vida. Cuando tienes las cosas muy claras o las verdades son muy rotundas sólo las puedes defender incluso con la propia vida. Sin embargo, los errores son mucho más interesantes. Somos fruto de las casualidades, de lo fortuito en muchos aspectos de la vida. Por ejemplo, en el amor. Cruzarte con una persona y mirarte a los ojos no es más que un acto de casualidad. Creo que hay que vivir la vida disfrutando de los errores. Por ejemplo, a mí no me gusta viajar con todo planeado. Sé a dónde voy pero prefiero tirarme a la calle y ver qué me depara la ciudad y conocer los sitios de forma lúdica. De esto habla la función.
-Se ha comentado que en esta obra hay “un humor popular, ágil y amable”. Pero, ¿Cómo calificarías tú el tipo de humor que hay en esta función?
El humor es popular, ágil y amable, pero creo que también es un humor inteligente. En la función también hay una doble intención y está todo creado desde el sarcasmo y de saber reírse de uno mismo.
-En el escenario nos planteáis preguntas como “¿Qué es la Verdad? ¿Cuál es origen de todo eso que acordamos llamar “lo verdadero”? o ¿Dónde descansan los cimientos de las respuestas correctas?”. ¿Qué otras preguntas hay en esta obra?
La función está llena de preguntas porque creo que Shakespeare no habla rotundamente de las cosas sino que continuamente le plantea preguntas al espectador. Eso es lo que hace que el teatro tenga el sentido que tiene que tener. Consigue que salgas del Teatro pensando en que algo ha cambiado en ti a través de las preguntas necesarias para removernos. Creo que esta obra hace esas preguntas necesarias.
-¿Por qué es muy necesario que se sigan llevando a escena textos como este clásico?
Siempre es necesario llevar los clásicos al escenario, ya que nos ponen un espejo enfrente y nos cuestionan como individuos y también como sociedad.
-¿Por qué crees que Andrés Lima ha elegido esta escenografía que es como un Chill Out con un DJ en escena?
Llegamos a esta idea de escenografía de una forma conjunta. Mi primera propuesta es que fuera una fiesta también con el reparto. Quería sentirme a gusto con mis compañeros dentro y fuera del escenario, salir del teatro e irnos a cenar juntos, pasarlo bien, divertirnos…Y Andrés, que me conoce muy bien, sabe que no hay fiesta que más me guste que la de un chiringuito en Cádiz, en verano con un DJ, tomando cervecitas y pasándolo muy bien. Representamos esta función como el que está en un chiringuito de verano con las cortinas, el aire, el suelo como un fondo marino… Todo vino de una forma muy rodada y natural, que nos llevó a un rollo muy Mediterráneo que encaja con los personajes de Grecia. Un chiringuito era la mejor forma de definir ese espacio único en el que queríamos que ocurriera todo.
-¿Qué destacarías del cuidado vestuario diseñado por Paola Torres?
El vestuario de Paola Torres es una maravilla. Andrés propuso la idea de las falditas y pompones de los soldados griegos y Paola lo ha desarrollado de forma maravillosa, con las texturas, diferenciando sutilmente a los gemelos y la construcción de los personajes femeninos. El trabajo de Paola enriquece mucho la función. Es la tercera vez que trabajo con Paola desde mi productora, Mixtolobo, y su mano siempre hace que todo crezca muchísimo, haciendo que la función adquiera un empaque diferente. No se queda en lo fácil, va más allá.
Es una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y Mixtolobo. Fotografías de escena: Jero Morales. Retratos: Javier Naval. Del 28 de agosto al 22 de septiembre. Teatro La Latina.