Cris Balboa ha escrito, dirigido e interpreta esta pieza. Sobre ella comenta que «Imaginaos que estoy en escena sola con mi sinte y estoy acojonada. En realidad, hago de una tía muy nerviosa que se va a enfrentar a algo muy heavy. No hay nada heavy en mi selección musical, pero intento ser un poco punkarra porque eso siempre es aplaudido en las performances. Pienso en lo punki y solo veo al tío con cresta que se me quedaba mirando siempre en el Maycar. Estoy en escena sola sin cresta y queriendo que la gente diga: «esta tía es muy punki». Los punkis que he conocido no reciclaban, tiraban los pitillos al suelo y llevaban pantalones apretados con cadenas. A mí me gustan los pantalones flojos tipo slouchy y reciclo hasta mi regla, así que renuncio definitivamente a ser punki. Imaginaos que empiezo excusándome como cuando vas a hablar en inglés y dices sorry for my english, porque esto que me propongo es muy difícil. Entonces, imaginaos que yo lo sé y que vosotras lo sabéis, pero todas somos muy educadas y asumimos que puede darse el acontecimiento, y deseamos que suceda algo y que no nos entre el sueño.
Objetivo principal: que mi audiencia no se duerma. Entonces puedo optar por hacer algo entretenido, para que mi público no se duerma o puedo generar un ritmo frenético hasta incluso crearles cierta ansiedad. Esto último no es un deseo muy noble para una artista que se considera hedonista y que solo quiere hacer que la gente se lo pase bien. El objetivo podría ser que el público saliera de verme con ganas de bailar y eso ya me gusta más. Que digan: «salí de ver la movida esa de Roland mon amour con ganas de partir la pana y super concienciada».
Cris Balboa es una creadora gallega que tiene como motor la presentación escénica del absurdo cotidiano en la búsqueda de un diálogo generacional donde la palabra, la acción, la danza, el audiovisual y la música se mezclan en su propuesta artística. Investiga sobre la posibilidad de transformación social y personal que tiene el arte atravesando su obra con elementos narrativos que basculan entre la ironía, el humor, el hedonismo o incluso la desesperación. Del 21 de marzo al 20 de abril. Teatro María Guerrero (Sala de la Princesa).