Una producción del Teatro Español protagonizada por Zaida Alonso, Alberto Amarilla y Felipe García Vélez. Han sido dirigidos por José María Esbec.

-¿Quién es “La mujer”, tu personaje?

Fosse crea personajes en cierto modo impersonalizados y abiertos, por eso no dibuja con detalle los rasgos psicológicos de LA MUJER. Lo que sí sabemos es que, aparentemente, mientras su marido estaba fuera de viaje, se ha mudado y se ha ido a vivir con EL JOVEN. Y también sabemos que tiene una hija con EL HOMBRE, pero lo críptico, enigmático y onírico del texto no nos ofrece muchas más certezas, aunque sí infinitas posibilidades que se pueden inferir para explorar sus motivaciones, pensamientos, emociones y conflictos y eso es maravilloso para mí como actriz.

-En el texto de “Viento fuerte” El HOMBRE, la MUJER y el JOVEN se sitúan en el piso 14 de un edificio. Un hombre regresa a casa y nada es lo que era (ni lo que parece ser)…

Es una obra enormemente existencialista que nos hace reflexionar, tener conciencia del ser y mirar de frente el misterio de la vida y la fugacidad del tiempo. Yo le diría a los lectores y lectoras que se dejen llevar por el soplido de ese viento fuerte que nos propone Fosse porque, sin duda, te traspasa el alma.

-En la presentación de la función se comenta que “es una obra sobre el tiempo, el amor, los celos y la muerte prematura; es casi como un mal sueño… Pone de manifiesto las fuerzas ocultas que nos habitan y recurre a temas abisales: el amor y la muerte; el tiempo y el espacio”. ¿Estás de acuerdo?

Sí, totalmente. Habla de la necesidad de trascender del ser humano, del torbellino cíclico que es la vida, que te arrolla e inevitablemente te conduce hacia la muerte, pero en medio de ese viaje repleto de incógnitas aparece el amor como motor, asidero y lazarillo para vivir, como única esperanza ante la inmensidad. También habla del enfrentamiento entre el yo y las circunstancias, de la vulnerabilidad y el miedo, del tiempo y la memoria, de la pérdida de identidad y la mirada del otro, de la angustia, de la soledad y la libertad. En definitiva, del sentido de la vida.

-¿Cómo son EL HOMBRE y EL JOVEN?

EL HOMBRE es un personaje con una enorme profundidad que se cuestiona todo; la temporalidad pasado-presente-futuro, lo que ha sido y lo que es, y la existencia en sí misma. También es una persona que conoce el amor con una dimensión de eternidad y eso es precioso. Y creo que ve en EL JOVEN lo que él ha sido y ya nunca más será, con todo el dolor que esa imposibilidad de volver le puede generar.

-¿Algunas de las frases favoritas de tu personaje…?

Me gustan las que hacen referencia a la ventana y el viento por todo su potencial poético. Por ejemplo: “¿No podrías cerrar la ventana? ¿Por qué está abierta de par en par? ¿Por qué la has abierto? Hace frío. Entra viento. Tienes que cerrar la ventana”.

Y hay una frase que me hace mucha gracia cuando mi personaje le pregunta a EL HOMBRE: “Pero, ¿por qué?. Es que no lo entiendo. ¿Por qué toda tu ropa es marrón claro?”.

-Comenta José María Esbec que “Fosse ha creado un artefacto poético y críptico en el que el mundo se va construyendo en la retina del protagonista, en un abrir y cerrar de ojos, en un parpadeo que es un instante precipitado y que antes de tomar conciencia ya es pasado. La mirada como ventana al mundo. Un mundo en el que los ojos son los poetas de nuestra realidad…” ¿Qué añadirías al respecto? 

Pues no sé si añadiría algo porque creo que refleja muy bien la complejidad de la obra y la fugacidad a la que alude Fosse, que se atreve a volver la mirada sobre un ser humano en eterno tránsito pero, paradójicamente, atrapado en una existencia anodina, y un ser humano también cada vez más desnortado, reflejo de una sociedad que solo le invita a producir, pero no a reflexionar.

-¿Qué escenas de la función elegirías?, ¿Por qué?

La obra no está dividida en escenas como tal, pero creo que me quedo con la última parte de acción por la lucidez reflexiva que alcanza Fosse en torno a la dicotomía del ahora y la eternidad en boca del personaje de EL HOMBRE, y con una conversación entre mi personaje y el suyo sobre un armario ropero, porque creo que pone de manifiesto cómo las pequeñas cosas tienen mucha importancia. Fotografías de Javier Naval. Del 19 de Diciembre al 2 de Febrero. Teatro Español (Sala Margarita Xirgu).