En esta versión, la percusión no convencional, la interpretación veraz y la potencia dramática y musical elevan la obra a un altísimo nivel de calidad y exigencia artística. Ofrece una lectura urgente y necesaria de este clásico: hablar de la corrupción del poder, la ambición desmedida, la marginación social y el resentimiento que esta provoca, es hoy un deber del teatro.
La propuesta se completa con La experiencia Shakespeare, una exposición inmersiva previa al espectáculo que invita al público a sumergirse en el universo de la obra antes de que se levante el telón. Porque ver Shakespeare siempre es una experiencia de muchas aristas… y esta es una de las más intensas. Teatro Infanta Isabel.