Hablamos con la actriz sobre esta obra que ha escrito Alberto Conejero y que ha dirigido Aitana Galán para la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Un espectáculo-recital con música en directo que nos habla, entre otros temas, de la memoria, de las cicatrices de la violencia, del no olvido.

-Descríbenos a Laurencia, tu personaje… ¿Cómo es en esta función?

Es la Laurencia de “Fuenteovejuna” que tiene 60 años y que le narra la público el antes, el durante y el después de todo lo que sucedió aquel día. Alberto Conejero se pregunta qué pasa después de ese día con esa mujer, después de esa violación y qué ocurre con esas personas protagonistas de la obra. Es una confesión de ella. Le queda muy poco tiempo de vida y quiere compartir con el público lo que empieza cuando todo termina. Se ha quedado marcada por este hecho.

Conejero lo que quiere es desmontar el mito de la heroína de “Fuenteovejuna” para quedarse con la mujer que tiene que rehacer su vida desde el absoluto miedo y la vergüenza. Ella tiene que seguir viviendo. Laurencia narra las miserias que hay detrás de todo eso. Piensa “Ya no me queda nada” y, por eso, quiere hacer cómplice al público. Ese peso no quiere llevarlo sola. Y también hablar de ese pueblo que ha quedado marcado.

-¿Cuál crees que es la principal intención de este texto?

Me arrebató el texto desde que lo leí. Está lleno de poesía. Es un como un acto de justicia. Es darle voz a una mujer que ha sido como la heroína de una rebelión pero que ahora es una mujer cansada porque realmente su vida ha sido muy dura. Se ha quedado sola, la han tachado de loca. Habla de la soledad desde ese lugar.

Soy fan de Alberto Conejero porque escribe muy bien. Tiene una forma de escribir muy terrenal y es una gozada a la hora de interpretarlo. Y tiene mucha poesía.

-Comenta Alberto Conejero que “Laurencia es una carta de amor (con respeto y libertad) a nuestro inmortal teatro clásico.”. ¿Estás de acuerdo?

Absolutamente. Alberto Conejero es un gran conocedor del teatro clásico. Yo no he hecho mucho teatro clásico. Me parece muy difícil. Hay algo en este texto que es como si fuera una carta de amor de autor (Conejero) a autor (Lope de Vega). Hay mucha grandeza en Conejero. Se atreve a escribir este texto. Es muy bonito.

-¿Qué frases de tu personaje destacarías?

Destacaría este párrafo: “¡Ojalá que ahora mis recuerdos sean también los vuestros porque si esto ha sido una confesión no ha sido sólo la mía, es la nuestra. Para que, cuando se escuche el primer grito, no volvamos la cabeza hacia otro lado. Para que cuando caiga la primera sangre, sepamos que también es la nuestra. Y para que nadie bendiga un crimen ni lo llame justo ni heroico!”.

Por mucho tiempo que pase, a veces hay frases que resuenan como si fueran de hoy, de los tiempos que vivimos en la actualidad. Desgraciadamente.

-¿Qué aporta la guitarra flamenca en el escenario?

Antonia Jiménez es una especialista en flamenco. Ella va a acompañarme con la guitarra en algunos momentos. Va a estar conmigo presente en el escenario todo el tiempo.

-¿Qué tipo de directora es Aitana Galán?

Trabajamos hace años en “Málaga”, con Roberto Enríquez. Es una directora muy observadora, te lleva al huerto porque tiene claro lo que quiere aunque también deja espacio. Al final ella te guía con una mano bastante sutil. Creo que me está cogiendo de la mano y vamos a hacer un salto al vacío juntas.

-Completa esta frase: “Ir al Teatro le aporta a la vida de las personas…”

Riqueza. Le alimenta el alma.

Y termina Ana Wagener: “A mí me gustaría poder llevar al público a los sitios donde quiero que llegue porque esta obra tiene partes muy emocionantes. Me rompí cuando la leí. Tiene cosas maravillosas. Tiene la emoción a flor de piel. Y les llevaré con el miedo y los nervios que eso supone porque es un espectáculo con mucha exigencia de actuación. Con mucha exigencia de atención.” Teatro de la Comedia (Sala Tirso de Molina).