Vicky Peña encabeza un elenco de lujo para llevar a escena esta poética e intrigante obra de Wadji Mouawad. Una función dirigida por Mario Gas que nos muestra el contraste de sentimientos entre la herencia cultural recibida, el amor paternofilial, la necesidad de ser tolerante, el odio generado por un entorno hostil y la aceptación de la identidad. Una producción de Ysarca-Pilar de Yzaguirre que también llevan a escena Aleix Peña, Candela Serrat, Pere Ponce, Manuel de Blas, Anabel Moreno, Lucía Barrado, Juan Calot, Nuria García y Pietro Olivera.
-En el escenario un científico alemán de origen judío que yace en un hospital en coma a consecuencia de un atentado cometido en la frontera entre Jordania e Israel. Junto a él su amada Wahida, una americana de origen árabe. En torno a la habitación del hospital donde el joven permanece se citan familiares… ¿Quiénes son esas personas?
Son sus padres y sus abuelos que le visitan ante lo delicado de su estado, su novia, que estaba cerca de él pero no ha resultado herida en el atentado, algún médico y alguna enfermera que lo atienden. Y también hay una inesperada visita de una conocida de su novia.
-¿Quién y cómo es tu personaje?
Léah es una mujer judía que vive en Jerusalén. Tras unos años de soledad, su pasado familiar regresa inesperadamente cuando Eitan, su nieto, al que no conoce y que vive en Estados Unidos, la visita.
-En la presentación de esta función se comenta que “En esta obra se resaltan los valores humanos que tantas veces se olvidan y que podrían evitar innumerables desdichas: el respeto a la identidad del otro, la fuerza del amor ciego y sin límites o la comprensión ante quién es diferente”, ¿Qué añadirías al respecto?
Es un texto riquísimo en el que, como en otros textos suyos, Mouawad combina una descripción cruda de la realidad con un enorme hálito poético. Es un repaso desgarrado a la condición del ser humano con un sentido del humor irónico e inesperado y con unas hechuras casi de tragedia clásica. Y tiene un pulso narrativo vibrante y actual.
-¿Algunas de las frases favoritas de tu personaje son…?
-“No nos conocemos”.
– “El pasado nos alcanza”.
-“¡Por fin un atentado a la vieja usanza en el que los judíos creen que es cosa de los árabes y los árabes, de los colonos!”.
-“Todos pájaros” muestra la contraposición de sentimientos entre la herencia cultural recibida, el amor paternofilial, el odio generado por un entorno hostil y la aceptación de la identidad de uno mismo. Según tu opinión, ¿de que otros temas principales nos habla?
También aparece el azar, que puede modificar inesperadamente nuestras vidas. La paradoja de los encuentros y desencuentros en el tiempo, en el espacio. La combinación entre los datos científicos y los inescrutables hilos del destino.
-¿En qué se está centrando Mario Gas con vosotros en la dirección de esta función?
Como es habitual en él, Mario se centra en servir la función con integridad, en los muchos aspectos, capas y facetas que tiene esta obra. Para que llegue al público con toda su poesía, su verdad, su dolor, su riqueza. Trabaja a favor de obra. No es fácil en un texto tan complejo. Cuenta con nuestras capacidades, nuestra complicidad, nuestro deseo de remar a favor, nuestra confianza en este magnífico texto.
Y con su mirada sabia, crítica y amorosa para guiarnos por los laberintos de los personajes y las escenas.
-“La obra está inspirada en una leyenda persa sobre un pájaro anfibio: un pájaro que sueña con nadar con peces y al que le crecen branquias para poder hacerlo. Esta historia de mutación me trastorna hoy por lo que cuenta sobre nuestro tiempo, de nuestro mundo y de nuestra relación con el Otro, con el enemigo, por así decirlo”, ha escrito Mouawad aludiendo metafóricamente a ese conflicto. ¿Estás de acuerdo con él?
La obra está basada en una realidad dolorosamente actual que, al final de la obra, Mouawad poetiza cuando nos ofrece la leyenda del pájaro anfibio. Es efectivamente una metáfora. La expresión de un deseo ferviente.
-¿Qué escenas de la función elegirías?, ¿Por qué?
Todas. Porque unas sin otras no sirven al propósito del autor. Lo magnífico es cómo las combina, las solapa, las alterna y nos va revelando y ocultando, al tiempo que nos narra.
Y añade, “Creo el público disfrutará mucho la puesta en escena de esta magnífica obra. Y para el público no habitual o para los jóvenes que no sean asiduos al teatro, puede resultar una experiencia muy intensa, un chute de vida y de realidad muy nutritivo”.
La escenografía es de Sebastià Brosa, la música original de Orestes Gas y el vestuario de Antonio Belart. Fotografías de escena de Pablo Lorente. Retrato de Mario Gas: Sergio Parra. Del 5 al 29 de Diciembre. Teatros del Canal (Sala Verde).