“Los seres humanos necesitamos a los demás, pero todavía no hemos aprendido a convivir”. Es una frase de Fassbinder, el autor de este clásico de la dramaturgia europea, que ha dirigido y versionado con mucho acierto Rakel Camacho, presentando una propuesta muy ambiciosa y con una poderosa estética escenográfica. Una obra que nos habla de la búsqueda de un amor ideal, de posesión y sumisión, de manipulación, de incomunicación. En el escenario Ana Torrent y Aura Garrido con las que hablamos.

ANA TORRENT
-Petra Von Kant es una diseñadora de moda, exitosa y adinerada, que se acaba de separar de su marido. Vive junto a una especie de esclava, la enigmática Marlene. Petra recibe la visita de Sidonie, una vieja amiga que viene acompañada por una joven, Karin, de quien Petra se enamora al instante. La convertirá en una modelo de proyección internacional.. ¿Qué más puedes contarle a nuestros lectores?
La historia es la de una mujer, Petra, que después de un matrimonio que ha fracasado conoce y se enamora perdidamente de una joven. A partir de aquí, se va a contar todo lo que esto significa para Petra: sus anhelos, sus deseos, sus decepciones y su caída. Lo interesante de la obra es que, a través de esta historia, se habla de temas muy potentes: el amor idealizado, la incapacidad de relacionarnos los unos con los otros, las dinámicas de poder dentro de las relaciones afectivas, la hipocresía de la sociedad…
-Descríbenos a Petra, tu personaje.
Petra es una mujer que ha sufrido una decepción en el matrimonio, en el amor, pero también con la sociedad y las personas. Petra busca otro tipo de relación, una en la que vean de verdad quién es. Necesita eso de las personas y necesita, también, eso en el amor cuando conoce a esta persona de la que se enamora perdidamente. Idealiza el amor. Busca desesperadamente ese amor y ese crecer, vivir y triunfar juntos. Reconocer al otro y que la vean a ella.
-En la presentación de esta obra se dice que el principal tema del que parte es la soledad. Y que, además, nos habla de desamor, de sumisión, de manipulación, de incomunicación.
En general de lo que habla es de las relaciones de los seres humanos. Hay una frase que dice Petra, que en realidad es algo que dijo Fassbinder: “Los seres humanos necesitamos a los demás, pero todavía no hemos aprendido a convivir”. Habla de esas diferentes relaciones que tenemos en la vida como la amistad, la familia o el amor, y como nos es tan difícil esa comunicación, encontrarnos en la igualdad, en la honestidad, en que te vean de verdad, en no usar el poder en los distintos tipos de relaciones. En realidad, es la búsqueda desesperada de un amor ideal.

-Según Rakel Camacho, “Esta función es una clara crítica a la burguesía y a una sociedad fría, con absoluta falta de comunicación”. ¿Qué más critica?
Habla de nuestra capacidad de mostrarnos por cómo somos y nuestra necesidad de utilizar y dominar a los demás.
-¿Una de tus escenas favoritas tiene lugar cuando…?
Me gusta especialmente el contraste de la relación de Petra y su madre. A partir del momento en el que estoy peor y mi madre llega de estar seis meses en Cuba. El contraste de esos dos momentos, de esas dos vidas y el amor que hay ahí.
-¿Hay lugar para un atisbo de luz y de esperanza en esta obra?
Yo creo que sí lo hay. Bien es cierto que en la función que escribió Fassbinder el final era distinto al de la película, que es el que ha elegido Rakel. En la obra original había un poco más de luz y esperanza. De todas formas, creo que en la visión de Rakel y que defendemos en la función, sí hay un renacer de alguna manera, al querer quitarse la máscara para empezar desde otro lugar. Y eso es algo positivo y esperanzador.
-En el escenario hay muchos tipos de amor: el incondicional, el del jugueteo, el tóxico y que te hace sufrir, el no correspondido… ¿No es así?. ¿Desde qué perspectiva nos habla del amor esta versión?
Están esos tipos de amor, pero el amor que Petra busca desesperadamente es un amor idealizado. Petra dice: “Hay que buscar amar sin esperar nada a cambio”. Ese es el amor que ella busca. Que la vean como es. Ella no exige. Quiere ese amor honesto y libre.

-Háblanos del resto de personajes. ¿Cómo describirías brevemente a los personajes de Marlene, Sidonie y Valerie? ¿Qué relación mantienes con cada una?
JULIA MONJE es Marlene, la sirvienta-secretaria que tiene medio esclavizada a la cual, a veces trata mal y otras ni la ve y la ignora, pero también Marlene dice que le gusta que la traten así. Es un personaje extraño y con mucha devoción por su señora.
MARIBEL VITAR es Sidonie. Es su amiga, pero ahora representa todo lo que Petra rechaza de la sociedad, por lo que, a pesar de que la quiere, ahora siente cierto rechazo.
MARÍA LUISA SAN JOSÉ es mi madre. Es muy egoísta, a su manera. Parece que la madre no le habría dado todo lo que Petra necesitaba. Sin embargo, es una relación de amor, de intentarse encontrar y de incomunicación. Se necesitan y se quieren, pero no encuentran ese lugar de unión y encuentro.
-¿Por qué crees que se van a sentir identificados los jóvenes con esta historia?
Creo que los jóvenes, más que nunca, comprenden la complejidad de las relaciones y no están dispuestos a aceptar a ciegas y porque sí convencionalismos con los que no se sienten identificados. Están más dispuestos a tener una aventura y ya, o a buscar un amor más ideal, pero no a conformarse con cualquier relación. Las relaciones ya no son así. Creo que Petra fue bastante avanzada, precisamente eso fue lo chocante de su personaje cuando se creó hace cincuenta años. Era una mujer que Fassbinder nunca justifica, se enamora primero de un hombre y luego de una mujer y punto. No da ningún tipo de justificación y no tiene que darla. Habla de cómo nos relacionamos, tanto hombres como mujeres, y de lo que buscamos en el amor. Ahora hay mucha más gente que se identifica con ella y con el tipo de amor que busca.

AURA GARRIDO
-Descríbenos a Karin, el personaje que interpretas en la función…
Karin ha huido de un matrimonio en el que se siente explotada y ha vuelto a su Alemania natal, donde se encuentra en la calle. Sidonie, una mujer rica a la que conoce en el avión, le presenta a Petra para que le dé trabajo y ésta, fascinada por la espontaneidad y frescura de Karin, le ofrece ser su musa/amante. Karin funciona como un espejo de aumento durante toda la obra, exponiendo las dinámicas de poder y la realidad tal cual es, sin eufemismos ni acuerdos sociales. Es una mujer que no se endeuda ni tiene miedo a la crueldad y el conflicto, y eso la convierte en alguien tan magnético como desconcertante y peligroso.
-En la presentación de la obra se dice que “Las amargas…” parte de la soledad. Según tu opinión, ¿sobre qué otros temas principales nos habla?
Sobre las dinámicas de poder en las relaciones humanas, la imposibilidad de comunicarnos si no somos sinceros con nosotros mismos, las diferencias de clase, la explotación sexual, la violencia y la fragilidad de los acuerdos sociales sobre los que se asienta el sistema.
-¿Por qué es importante en el desarrollo de la función las dos caras de cada personaje?
Porque el ser humano es contradictorio y ningún personaje plano puede hacernos reflexionar. Yo no creo que sean dos caras. Son la mirada idealizada de la primera impresión y el abismo interno que sale cuando se rompen las máscaras.
-¿Algunas de las frases de tu personaje con las que te sientes identificada son…?
No sé si hay frases con las que me identifique, Karin es muy diferente a mí pero sí creo que hay una esencia, en algún lugar, con la que me identifico. Sobre todo, me ha hecho reflexionar y plantearme si yo soy fiel a mí misma.
-Según Rakel Camacho, “El autor no hace distinción de géneros y sus mujeres son crueles y capaces de hacer daño, de tomar decisiones y de transformar las cosas. Hay cero condescendencia en esta obra y eso, para mí, es lo feminista”. ¿Estás de acuerdo con ella?, ¿por qué?
Fassbinder escribió en 1972 una obra sobre el amor de dos mujeres sin que la atraviese una mirada sexualizadora. En ella se despliega su historia y sus relaciones con otras mujeres importantes en la vida de Petra, sin que aparezca ningún hombre salvo en la mención de padres y parejas. Y todo ello como si fuese una normalidad, y no un hecho extremadamente excepcional para los años 70 y hasta hace bien poco. Es cierto que muestra a mujeres que son crueles entre ellas, pero no me parece que en ningún momento haya un señalamiento de que sea un hecho generalizado, como algunas personas piensan. Creo que despliega unos comportamientos humanos para hablar de cómo nos relacionamos y que sean entre mujeres, en ese sentido, es secundario. Y eso me parece lo interesante. Creo que todo depende siempre de la mirada que lo atraviese, y en Petra veo una normalización de género y sexualidad que ha necesitado 50 años para empezar a ser una realidad.
-También comenta Rakel que, “Fassbinder siempre hablaba de las relaciones de poder y de cómo éstas se aplican también a las relaciones sentimentales”. ¿Qué añadirías?
Creo que Fassbinder trataba las relaciones sentimentales como una expresión de las relaciones humanas, y por eso a través de ellas hablaba de desigualdad, capitalismo, incomunicación, miedo y violencia, y, por supuesto, de relaciones de poder. Lo más interesante es que expone sin juzgar, dejando que el público reflexione. Y al hacerlo pienso que nos muestra cómo solemos preferir la violencia conocida, más o menos soterrada, asumida como parte del sistema, a la confrontación y el abismo de la libertad, y cómo sin autorreflexión no es posible la comunicación humana.
-Respecto al vestuario, además de los llamativos y lujosos diseños, de los altos tacones de aguja y de las pelucas de colores. ¿Destacarías algo más en concreto?
El vestuario de esta función, además de bellísimo, te saca de lo naturalista y te lleva a un universo propio, de juego y plasticidad. Ha sido pieza clave para el trabajo.
-¿Qué tipo de Directora es Rakel Camacho? ¿En qué se ha centrado con vosotras?
Rakel es una gozada, es divertida y trabaja desde la disciplina, pero también desde el juego, el disfrute y la creatividad. Te adentra en un mundo donde todo es posible más allá de las convenciones naturalistas. Es generosa, cuidadora y tiene una fuerza arrolladora que contagia su entusiasmo y ganas de explorar, y para mí ha sido un apoyo y un sostén muy poderoso.
Es una Producción de Pentación Espectáculos y Nave 10 Matadero. Fotografías de escena: Isa Saiz. Retratos: Javier Naval.